jueves, 22 de noviembre de 2012

Adviento y La Corona de Adviento

El Adviento es el período de preparación para celebrar la Navidad y comienza cuatro domingos antes de esta fiesta. Además se encuentra en el comienzo del Año Litúrgico católico. Este año 2012, comenzará el domingo 2 de diciembre y el último domingo de Adviento será el 23 de diciembre.

El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico, empieza el domingo más próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre. Son los cuatro domingos anteriores a la Navidad y forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.

El término "Adviento" viene del latín adventus, que significa venida, llegada. El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado. Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia, 
El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.
Se puede hablar de dos partes del Adviento:
Primera Parte
Desde el primer domingo al día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos;
Segunda Parte
Desde el 17 de diciembre al 24 de diciembre, es la llamada "Semana Santa" de la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad.
Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesias ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús.

La Corona de Adviento


La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica. La corona está formada por una gran variedad de símbolos:

La forma circular
El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.

Las ramas verdes
Verde es el color de esperanza y vida, y Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.

Las cuatro velas
Nos hace pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo.
Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.
Las manzanas rojas que adornan la corona representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.

El listón rojo representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.

Los domingos de Adviento la familia o la comunidad se reúne en torno a la corona de adviento. Luego, se lee la Biblia y alguna meditación. La corona se puede llevar al templo para ser bendecida por el sacerdote.

Sugerencias
a) Es preferible elaborar en familia la corona de Adviento aprovechando este momento para motivar a los niños platicándoles acerca de esta costumbre y su significado.
b) La corona deberá ser colocada en un sitio especial dentro del hogar, de preferencia en un lugar fijo donde la puedan ver los niños de manera que ellos recuerden constantemente la venida de Jesús y la importancia de prepararse para ese momento.
c) Es conveniente fijar con anticipación el horario en el que se prenderán las velas. Toda esta planeación hará que las cosas salgan mejor y que los niños vean y comprendan que es algo importante. Así como con anticipación preparamos la visita de un invitado importante, estamos haciendo esto con el invitado más importante que podemos tener en nuestra familia.
d) Es conveniente también distribuir las funciones entre los miembros de la familia de modo que todos participen y se sientan involucrados en la ceremonia.
Por ejemplo:
un encargado de tener arreglado y limpio el lugar donde irá la corona antes de comenzar con esta tradición navideña.
un encargado de apagar las luces al inicio y encenderlas al final.
un encargado de dirigir el canto o de poner la grabadora con algún villancico.
un encargado de dirigir las oraciones para ponerse en presencia de Dios.
un encargado de leer las lecturas.
un encargado de encender las velas. 
corona de adviento para colorear



El Papa pide a sacerdotes del Vaticano y visitantes vestir como tales


El Papa pide a sacerdotes del Vaticano y visitantes vestir como tales
VATICANO, 21 Nov. 12 / 01:18 am (ACI/EWTN Noticias).- Por encargo delPapa Benedicto XVI, el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado del Vaticano, ordenó a los obispos, sacerdotes y religiosos en la Curia romana vestirse adecuadamente con el hábito talar o “clergyman” que les corresponde de acuerdo a la disciplina de la Iglesia.

A través de una circular firmada por el Cardenal Bertone con fecha del 15 de octubre de 2012, dirigida a los jefes de los dicasterios, tribunales y oficinas de la Santa Sede y del vicariato de Roma, a partir de ahora para monseñores y sacerdotes, será obligatorio vestir con hábito talar o “clergyman”. Asimismo y bajo las mismas disposiciones, los religiosos también deberán vestir el hábito específico.

El vaticanista italiano Sandro Magister dio a conocer el texto que señala que en las ceremonias con la presencia del Papa –como en las asambleas plenarias y ordinarias, las reuniones entre dicasterios, la acogida de las Visitas "ad limina", o las distintas convocatorias oficiales de la Santa Sede–, el clero del Vaticano deberá usar el “hábito ordinario”. Es decir: hábito talar para los sacerdotes; hábito talar fileteado para los monseñores; y hábito talar con esclavina fileteada para los obispos y cardenales.

Al respecto, otro vaticanista italiano, Andrea Tornielli, sugiere que el mensaje de esta circular es para toda la Iglesia.

En su opinión, si bien la circular se dirige a quienes trabajan en el Vaticano, el mensaje va más allá de sus paredes dado que “es muy raro que los sacerdotes en el Palacio Apostólico no se vistan como sacerdotes”.

“El llamado a los sacerdotes a seguir mejor la norma y lucir impecables se orienta a ser un claro ejemplo para aquellos que vienen al Vaticano de fuera y simplemente están pasando por Roma”, señala Tornielli.

La circular que lleva la firma del Cardenal Bertone recuerda una carta análoga del Beato Juan Pablo II, firmada el 8 de septiembre de 1982 por el entonces Vicario General de Roma, Cardenal Ugo Poletti.

El valor del habito eclesial “contribuye al decoro del sacerdote en su comportamiento externo o en el ejercicio de su ministerio, pero sobre todo porque evidencia dentro de la comunidad eclesial el testimonio público que cada sacerdote debe dar de su propia identidad y pertenencia a Dios”, decía la carta del Beato Juan Pablo II.

En aquella misiva el recordado Pontífice afirmaba que la vestimenta eclesiástica “contribuye al decoro del sacerdote en su comportamiento externo o en el ejercicio de su ministerio” y “evidencia en el seno de la comunidad eclesiástica el testimonio público que cada sacerdote debe dar de la propia identidad y especia pertenencia a Dios”.

Juan Pablo II precisa luego que “este signo expresa concretamente nuestro ‘no ser del mundo’” como dice el Evangelio de San Juan en el capítulo 14.
En medio del mundo actual, decía el Papa peregrino, “el hábito eclesiástico, como el religioso, tiene un particular significado: para el sacerdote diocesano tiene principalmente el carácter de signo, que lo distingue del ambiente secular en el que vive, para el religioso y para la religiosa expresa también el carácter de consagración y pone en evidencia el fin escatológico de la vidareligiosa”.

“Por medio de tal signo, es más fácil para los otros llegar al Misterio, del cual somos portadores, al que pertenecemos y que con todo nuestro ser queremos anunciar”.

El Papa Wojtyla resaltaba en la carta que no ignora las motivaciones contrarias al uso del hábito eclesiástico, pero que confrontadas “objetivamente y serenamente con el sentido religioso y con las esperanzas de la mayor parte del Pueblo de Dios y con el fruto positivo del valeroso testimonio también del hábito, aparecen mucho más como de carácter puramente humano que eclesiológico”.

Para ver una traducción del italiano al español de la carta completa deBenedicto XVI, ingrese a:http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1350365?sp=y
Para ver el original en italiano de la carta de Juan Pablo II de 1982http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/letters/1982/documents/hf_jp-ii_let_19820908_poletti_it.html

El Papa prepara nueva encíclica para el Año de la Fe


El Papa prepara nueva encíclica para el Año de la Fe
VATICANO, 21 Nov. 12 / 02:01 pm (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Benedicto XVI prepara una nueva encíclica con motivo del Año de la Fe, así lo afirmó el Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, Mons. Gerhard Ludwig Müller.
Desde el Aula Pio X del Vaticano el 20 de noviembre y luego de asistir a la presentación del nuevo libro del Papa, "La infancia de Jesús", la autoridad vaticana explicó que Benedicto XVI no publicará más libros sobre la vida de Jesucristo, pero sí creará nuevos escritos dedicados a la fe.
"Ahora esperamos la encíclica sobre la fe. Se publicará en este el Año de la Fe", explicó Mons. Müller, quien dirige el dicasterio que lideró Benedicto XVI por más de 20 años cuando era el Cardenal Joseph Ratzinger.
El Año de la Fe, proclamado por el Papa Benedicto XVI, comenzó el pasado 11 de octubre de 2012, en el 50 aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II y concluirá el 24 de noviembre de 2013, en la Solemnidad de Cristo Rey del Universo.
Al anunciar el Año de la Fe, el Papa dijo que este tiempo busca "dar un renovado impulso a la misión de toda la Iglesia, para conducir a los hombres lejos del desierto en el cual muy a menudo se encuentran en sus vidas a la amistad con Cristo que nos da su vida plenamente".
Según explicó Mons. Müller, habrá que esperar a 2013 para poder leer la nueva encíclica del Santo Padre